domingo, 26 de mayo de 2013

Trilogía de la Inmigración

Cine sin Papeles
Maratón de sillón, persianas bajadas y mucha palomita para ver tres pelis que son tres visiones de la inmigración: Una vida mejor, El Havre y Naufragio.

Una vida mejor
Buenísima, una historia llena de humanidad, transmite de forma real un ambiente latino que nos duele a todos.
Picaresca, supervivencia, defensa de la familia, lo poco que nos queda. Un padre y su hijo, la adolescencia y una furgoneta robada.
Con estos ingredientes lo borda.

El detalle: La durísima llamada desde el centro de inmigración, una muy buena peli del cine independiente americano que también da frutos lejos de Holywood. Totalmente recomendable.



 El Havre, la segunda opción, con tintes de tragicomedia, un retrato de la solidaridad de un barrio pequeño de la ciudad francesa de El Havre, destino lanzadera de miles de inmigrantes que quieren cruzar el Canal de la Mancha.

Una historia de Aki Kaurismäki que no es japonés, sino finlandés y que tiene una amplísima filmografía comprometida y con mucha miga social y del que no conocía nada.
Buena película y muy premiada que me recuerda en estética a las adaptaciones para el cine del Best Seller Stieg Larsson y en algunas ocasiones a Delicatessen especialmente, en las escenas de los barrios populares de esta gran ciudad portuaria: sus bares, sus tiendas y sus calles por donde se desarrolla la intriga de centrada en proteger a un joven africano que tiene que llegar a Londres.
Historias de pequeños héroes cotidianos y un policía enrollado que se parece a los Hernández y Fernández de Tin Tin.

El detalle: Tremenda la actuación para conseguir fondos del peculiar artista francés del rock Little Bob.
Os la enlazo porque es buenísima temazo temazo!!!.






Naufragio
Por último, me vi Naufragio peli del realizador español Pedro Aguilera, dibujante, publicista y metido en el cine con dos pelis a estas alturas, con más de 300 seguidores en linkedin y una página personal en facebook donde os podéis informar de sus cosas.

La peli tiene vudú, homosexualidad, plásticos de invernadero almeriense y mucho simbolismo que a veces te pierde.
Nos enseña que todos tenemos una misión en la vida y hay que cumplirla, al menos, eso hace el personaje principal que acaba, como un Robinson Crussoe actual viviendo y adaptando su vida ancestral en perdidas dehesas españolas.

Lenta, muy lenta, extraña con escenas muy raras como la del caracol y como el personaje central, estuve mucho rato esperando una señal para entender si terminaría pronto, pero al final coño me atrapó.

El detalle: La quema del dinero, todo estaba ya decidido.
Lo dicho, una trilogía de la inmigración que nos ayuda a no olvidar ciertas cosas a un país que vuelve a ser emigrante. ¿O no?

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