
Volvemos a la carga con nuestros pinchos de cine que tenemos algo de tiempo.
Me quedé como a medias con Tres 60…Pero quizás era para verla en un cine de verano.
Por un lado los buenos: Un crecidito joven, Raúl Mérida metido a detective, un doctor Watson, su hermano de 11 años con pinta de repelente; un coche clásico que cambiará el rumbo de la película cerca del final, una cartera que se encuentra accidentalmente y un carrete con fotos antiguas para empezar a tirar del hilo.
También está Ella, “el bellezón”, Sara Sálamo con la que se mantiene una constante tensión sexual desde el comienzo, no sólo el protagonista, y que “casi pero no”. A ratos, el buen hacer de Adam Jezierski ese reconocido y tan especial actor, el amigo que ayuda, que da el toque de humor y te trae a la tierra.
La trama…otro amigo desaparecido hace años del que todos queremos saber. A ratos coqueteos con el simbolismo poco resuelto también, con falta de enganche de pesadilla que lleva al protagonista del fondo del mar a la luz de la superficie y que se repite como símbolo del que escapa de los peligros, o lo intenta.
Por otra parte los malos, un cuadro médico sin escrúpulos, un cura párroco encubridor y un extraño lobby de forenses, hígados y comisarios corruptos sin entrañas que trafican con órganos y secuestra niños. Una trama con claves que llevan a otras claves buscando pruebas, y de vez en cuando, casi sin sentido, sólo por mostrar el escenario, postales de surf.
Bien, a medias para su director Raúl Elcurzia, al que esperamos que en la próxima no le falte histocompatibilidad.
De pronto, un accidente lo cambia todo y se necesita al verdugo, conflicto moral servido. Todo se ve de otra manera cuando el drama te toca a ti.
El detalle: Geraldine Chaplin reinventada para el concurso de "La Voz" ¿o no?
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